Una verdadera familia

Somos una cultura de comunidad lo queramos o no! Vivimos en barrios donde todavía estamos pendientes de la vida del otro, en algunos casos estas redes sociales pueden ser funcionales cuando se trata de solidaridad, sin embargo también pasa que es la tienda de abarrotes la base de datos de los principales «chismes» del vecindario.

Vivir en grupo no es fácil, tiene pros y contras y las familias ecuatorianas son microsistemas que tienen la misma dinámica. Grupos de gente que en muchos casos están estructurados en jerarquías implícitas, comunicación pocas veces funcional, más bien en algunos casos básica, autoritaria o simplemente inexistente y basada en los supuestos y no en la confianza de poder entablar conversaciones en donde los desacuerdos, tan humanos se puedan resolver armoniosamente.

Las relaciones humanas son complejas por lo diferentes que somos, pero también es cierto que en la familia pueden malentenderse algunos conceptos: La lealtad puede distorsionarse mucho, tanto que podemos volvernos tolerantes e incluso permisivos con el mal trato psicológico, las faltas de respeto, las carencias éticas, en algunos casos incluso abusos sexuales a menores, con el pretexto de llevar un mismo apellido.

Cuando en realidad una familia puede estar conformada por gente que se respete, se considere, se comunique adecuadamente, se tolere, se cuestione, se pida discuplas y se perdone, aun cuando no se comparta la misma sangre!

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